iPhone 7 y 8: ¿en qué se diferencian?

Antes de entrar en el meollo, déjanos aclarar que el iPhone 8 recibió el nombre equivocado. Si cayera en la línea de los esquemas de nomenclatura anteriores de Apple, se habría llamado iPhone 7S (como debería ser, ya que hay muy poco para diferenciar estos teléfonos, excepto por el rendimiento ligeramente mejorado del procesador y la cámara). En términos de tamaño, dimensiones y aspecto general, estos dos dispositivos son prácticamente iguales. El iPhone 8 es técnicamente un 7% más pesado, y esto se debe a que la parte trasera es completamente de cristal en lugar de aluminio. Sí, esto hace que el teléfono sea más propenso a romperse durante las caídas, pero también permitió a Apple dotar al iPhone 8 de carga inalámbrica. Si nunca has probado la carga inalámbrica, puede que te preguntes si es algo tan importante; en nuestra opinión, casi siempre es preferible usar un cable físico por la rapidez de la carga, pero esto es realmente una cuestión de preferencia. Pero hay otras razones para comprar el iPhone 8 reacondicionado frente al iPhone 7. Por un lado, el iPhone 8 tiene el nuevo chip A11 Bionic -sí, es el mismo chip que encontrarás en el iPhone X-. Apple afirma que este chip hace que el iPhone 8 sea un 25% más rápido que el iPhone 7, y aunque sea difícil notar la diferencia de velocidad de primera mano, el procesador mejorado puede ayudar al iPhone 8 a recibir actualizaciones de software durante más tiempo que el iPhone 7. Por lo tanto, a pesar de que el iPhone 8 tiene una durabilidad ligeramente menor debido a la adición de la parte trasera de cristal, seguiríamos recomendando su compra frente al iPhone 7.