Acabemos con la fast tech.

La tecnología es ahora más potente, innovadora y avanzada que nunca. Entonces, ¿por qué cada año vamos corriendo detrás del último modelo?

La carrera de la fast tech por lanzar cada año "el dispositivo más innovador de la historia" está alimentando la crisis climática.

La fast tech es un sistema de sobreproducción y sobreconsumo que se basa en dispositivos diseñados para acabar en la basura, ya sea porque se rompen o porque la última "actualización" los deja obsoletos.

Está en todas partes. En nuestros bolsillos, en la economía mundial y, sobre todo, en nuestros residuos. Es hora de enfrentarnos al impacto de la fast tech en el planeta.

Es posible conseguir la tecnología que necesitamos y, al mismo tiempo, reducir nuestro impacto medioambiental. En lugar de comprar lo que nos dicen o dejar que nuestra vieja tecnología se acumule y se olvide en un cajón (o peor aún, termine en un vertedero), podemos aprovechar al máximo nuestros dispositivos y ayudar al planeta a tomar un respiro.

¿Lo mejor de todo? No es tan difícil.

Cambia el chip (y no el móvil)

¿Le decimos adiós a la fast tech?